El primer día llego a clase a las ocho y diez y me presento: “Buongiorno ragazzi, come va? Sono Serena, la vostra nuova professoressa di italiano”… un momento de silencio,… los niños tienen una expresión asustada… entonces les repito la misma frase en español: “Hola niños qué tal? Soy Serena, vuestra nueva profesora de italiano”. Al oír palabras españolas sus caras empiezan a relajarse.
Superado el primer impacto les pregunto por si acaso conocen algúna palabra italiana; algunos me contestan: “tagliatelle”, otros niños gritan: “pizza” pero adaptando la palabra a la fonética española.
A continuación escribo en la pizarra algunos fonema del italiano y trato de enseñarles el método de fusión consonante-vocal ya a partir de la presentación del primer fonema siempre preguntándoles si conocen alguna palabra italiana que presente ese sonido.
Ningún niño da señales de cansancio. Al final de la clase quiero que escriban y me entreguen una hoja con sus impresiones con respecto a la primera clase de italiano; no tienen que escribir su nombre … como se trata de mi primera experiencia sólo quiero comprobar si llevo buen camino.
Cuando termina la clase me dedico a la hora de tutoría grupal en la que explico mi tarea a mi grupo, facilito el conocimiento mutuo entre todos y encauzo sus inquietudes y demandas: algunos tienen dudas con respecto a su futuro académico, a otros no les gusta la nueva profesora de inglés. Trato de fomentar la participación de todos en la dinámica de la clase haciendo que cada uno exponga su perplejidad con respecto al “primer dia”. También en la hora de tutoría mi objetivo principale es el de crear un buen clima de aprendizaje y convivencia en el grupo.
Mi primer día en este centro ha terminado… puedo considerarme satisfecha!
